La crisis industrial sigue impactando con fuerza en el sector del calzado. El Grupo Dass, fabricante para marcas globales como Adidas, Nike, Umbro y Asics, despidió a 164 trabajadores en su planta de Eldorado, Misiones, como parte de un proceso de reestructuración que busca —según la empresa— “mejorar la eficiencia y competitividad en Argentina”.
Con esta nueva ola de cesantías, Dass acumula más de 500 desvinculaciones en lo que va de 2025. La firma, de capitales brasileños, ya había cerrado en enero su planta de Coronel Suárez (Buenos Aires), donde trabajaban otros 360 operarios.
Reducción drástica del personal y la producción
Tras los recientes despidos, la planta de Eldorado quedó operando con apenas 350 empleados, muy lejos de los 1.700 que supo tener en su época de mayor actividad. En aquel momento, la producción diaria alcanzaba los 22.000 pares de calzado; hoy, ese número se redujo a entre 8.000 y 9.000.
En un comunicado oficial, la empresa explicó que tomó la decisión “luego de haber agotado todas las instancias posibles”, en un contexto afectado por la pérdida de competitividad, el aumento de costos, el nuevo escenario cambiario y la apertura de importaciones. Dass indicó que la medida busca preservar los empleos restantes y garantizar la continuidad operativa.
Menos líneas, más incertidumbre
Si bien la empresa anunció que continuará fabricando para las marcas que opera, lo hará con menos líneas de producción. El nuevo esquema apunta a sostener la actividad restante y adaptarse a “un mercado más exigente en eficiencia y escala”.
Advertencia sindical y respuesta provincial
Desde el ámbito gremial, la preocupación es creciente. Fuentes sindicales señalaron que la suerte de la planta dependerá de las decisiones del Gobierno nacional. “Si siguen abriendo las importaciones, seguro que cierra”, advirtieron, al destacar que hoy resulta más rentable importar calzado que producirlo localmente.
Por su parte, la ministra de Trabajo de Misiones, Silvana Giménez, confirmó los despidos y señaló que la provincia trabaja para contener la pérdida de empleo privado, en un escenario donde otras fábricas del sector también evalúan reducir turnos o aplicar cesantías.
Un síntoma de un cambio de ciclo industrial
El caso de Dass no es aislado. Según un reciente informe de la Fundación Pro Tejer, el 67% de las prendas consumidas en el país son importadas, cifra que sube al 75% en la indumentaria vendida en shoppings. En contraste, el 50% de las empresas textiles locales redujo sus ventas este año, y el 60% recortó personal.
Con dos plantas cerradas y más de 500 despidos en siete meses, Dass se convierte en un símbolo de los desafíos que enfrenta la industria nacional: caída del consumo, aumento de costos y creciente presión importadora. Una combinación que amenaza con debilitar aún más el entramado fabril argentino.