Un informe del Observatorio de Importaciones de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas de Santa Fe (APYME) encendió alarmas en el sector productivo provincial: más de 2.000 empresas habrían cerrado desde noviembre de 2023, en un escenario marcado por recesión y fuerte ingreso de bienes importados.
De ese total, 225 eran industrias manufactureras, uno de los sectores que más valor agregado y empleo calificado generan en la provincia.
Las grandes empresas, entre las más golpeadas
El estudio detalla que el tejido industrial santafesino se vio afectado de manera desigual:
Grandes empresas: -9,1%
Pequeñas empresas: -5,2%
Medianas empresas: +2,4% (único segmento en crecimiento)
La situación se reflejó en conflictos y suspensiones en firmas emblemáticas como Acindar, Celulosa, Vassalli, y las lácteas Verónica y SanCor, a lo que se sumaron problemas en metalúrgicas, alimenticias y textiles.
Sectores con mayor pérdida de unidades productivas
APYME identificó las actividades más afectadas:
Materiales para la construcción: 19 cierres
Maquinaria agrícola: 16
Calzado: 15
Línea blanca: 12 (18,5% del total provincial)
Además, el empleo registrado cayó un 2% desde noviembre de 2023, lo que significa 12.456 puestos menos.
Maquinaria agrícola: un clúster estratégico en riesgo
El informe advierte especialmente sobre la crisis en maquinaria agrícola, un rubro donde Santa Fe es referencia nacional en innovación, diseño y fabricación.
La actividad quedó amenazada por el ingreso de equipos usados importados, habilitados por un decreto de Federico Sturzenegger, lo que presiona a la baja la producción local en un sector históricamente competitivo.
Salto importador: el eje del conflicto
Para APYME, el principal factor de deterioro es el incremento del 86% en las importaciones de bienes finales respecto a enero de 2024. En contraste, los bienes intermedios —insumos para producir— crecieron sólo un 27%.
En un informe previo, la entidad ya había señalado aumentos extraordinarios en productos específicos:
Pollos: +424,6%
Leche en polvo: +688,9%
Heladeras: +1190,1%
Lavarropas: +5146,1%
Pulverizadoras: +842,4%
Tractores: +1184,4%
Los industriales sostienen que la apertura irrestricta de productos terminados destruye la producción local y el empleo, tendencia que coincide con la caída del empleo registrado.
El Gobierno provincial relativiza las cifras
Fuentes del Ministerio de Producción de Santa Fe expresaron dudas sobre la magnitud del impacto.
Según señalaron, la provincia cuenta con unas 6.000 pymes registradas, por lo que la desaparición de 2.000 implicaría el cierre de un tercio del entramado productivo, cifra que consideran poco probable.
A su vez, plantean que el observatorio podría haber incluido cierres de emprendimientos y comercios, y que los datos consultados con el Ministerio de Trabajo no reflejan una caída tan abrupta.
Una tendencia que se repite en la historia argentina
El informe de APYME sostiene que existe una relación constante entre apertura comercial y desaparición de pymes en Argentina.
Repasa que:
Entre 2003 y 2011, se crearon más de 200.000 empresas formales gracias al impulso del mercado interno.
Desde 2012, la economía entró en estancamiento, aunque con políticas que evitaron una crisis generalizada del sector.
Entre 2015 y 2019, otro ciclo de liberalización derivó en el cierre de aproximadamente 30.000 empresas, sobre todo desde 2018.
Para la entidad, el actual gobierno nacional apunta a reeditar un esquema de apertura total, con consecuencias previsibles sobre sectores industriales y manufactureros.
Conclusión: un cambio de ciclo productivo
Más allá de la disputa sobre las cifras exactas, el informe concluye que el cambio de ciclo económico ya se siente en Santa Fe, con impacto directo en empleo, producción y competitividad.
APYME atribuye este deterioro al salto importador de bienes finales, que compite frontalmente con la industria local. Para el gobierno provincial, en cambio, los datos deben analizarse con cautela.







